Inflamación y salud metabólica: Entendiendo la conexión

por Paul Reynolds, PhD

Dos piezas de rompecabezas, etiquetadas

La inflamación es una respuesta vital del sistema inmunológico ante infecciones o lesiones, diseñada para proteger el cuerpo y promover la curación. Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica, puede provocar una serie de problemas de salud, particularmente en el contexto de la salud metabólica. La inflamación crónica de bajo grado, a menudo llamada “meta-inflamación”, ha sido cada vez más reconocida como un factor clave en el desarrollo y la progresión de varias enfermedades metabólicas, incluyendo la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

El papel de la inflamación crónica en las enfermedades metabólicas

La inflamación crónica de bajo grado es muy diferente de la inflamación aguda. Mientras que la inflamación aguda es una respuesta temporal a lesiones o infecciones, la inflamación crónica persiste por largos períodos, a menudo sin una causa externa clara. Este tipo de inflamación es sutil, con niveles ligeramente elevados de marcadores inflamatorios como la proteína C-reactiva (PCR) y ciertas moléculas inflamatorias llamadas citoquinas, pero puede tener efectos profundos en el cuerpo.

La investigación ha demostrado que la inflamación crónica está estrechamente relacionada con el síndrome metabólico, un conjunto de afecciones que incluye obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión y dislipidemia, una condición en la que hay niveles anormales de lípidos en la sangre. Este estado inflamatorio a menudo se origina en el exceso de grasa visceral, que no solo almacena energía, sino que también secreta activamente diversas citoquinas inflamatorias en el torrente sanguíneo.

Mecanismos que vinculan la inflamación y la disfunción metabólica

Se han propuesto varias teorías para explicar cómo la inflamación crónica contribuye a la disfunción metabólica. A nivel celular, un jugador clave es el factor de transcripción NF-κB, el regulador maestro de la respuesta inflamatoria. La activación de NF-κB en el tejido adiposo, hígado y músculo se ha vinculado con la resistencia a la insulina, una característica de las enfermedades metabólicas.

Otro factor importante es el papel de los macrófagos, células inmunitarias que infiltran el tejido graso en respuesta al estrés metabólico. Ciertos estímulos pueden transformar estos macrófagos en un estado proinflamatorio, liberando citoquinas que empeoran la resistencia a la insulina y otros trastornos metabólicos.

Consecuencias de la inflamación crónica en la salud metabólica

La inflamación persistente asociada con la obesidad y el síndrome metabólico tiene consecuencias de largo alcance. Por ejemplo, se ha relacionado con la progresión de la aterosclerosis, una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares. La inflamación puede promover la formación de placas en las arterias, aumentando el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Además, la inflamación crónica puede contribuir al desarrollo de diabetes tipo 2 al deteriorar la señalización de la insulina, lo que conduce a niveles elevados de glucosa en la sangre y un mayor desequilibrio metabólico.

¿Cómo sé si tengo inflamación crónica de bajo grado?

Determinar si tienes una inflamación leve en casa puede ser un desafío porque generalmente requiere pruebas médicas específicas que no están disponibles para uso doméstico. Dichas pruebas existen, pero la detección diaria de la inflamación probablemente se realice observando parámetros metabólicos generales, como la glucemia en ayunas, el colesterol en sangre y la presión arterial. Como enfoque general en el hogar, cualquier evaluación metabólica que no funcione correctamente puede considerarse un tipo de inflamación, a pesar de su causa principal. Por ejemplo, aquí hay algunas formas indirectas de evaluar tu riesgo de padecer una inflamación crónica leve:

1. Monitorea los síntomas comunes de la salud metabólica e inmunitaria:

2. Controla tu peso y circunferencia de la cintura:

La obesidad, especialmente la obesidad abdominal, está fuertemente vinculada a la inflamación crónica. Una circunferencia de cintura que aumenta de forma constante con el tiempo puede ser un indicador de inflamación.

3. Prueba de proteína C-reactiva (PCR) en casa:

Existen algunos kits de análisis caseros que miden la PCR, un marcador sistémico de inflamación en el cuerpo. Los niveles elevados de PCR pueden indicar inflamación, aunque es importante interpretar estos resultados con precaución e idealmente en consulta con un proveedor de atención médica.

Estrategias para combatir la inflamación metabólica

Dado el papel central que desempeña la inflamación en las enfermedades metabólicas, las estrategias para reducirla se consideran cada vez más componentes esenciales del manejo de la salud metabólica. Asimismo, las intervenciones en el estilo de vida que favorecen una mejor salud metabólica ayudarán a reducir la inflamación crónica de bajo grado.

  • La actividad física regular ha demostrado reducir la inflamación y mejorar los resultados de salud metabólica.
  • Una dieta metabólica saludable rica en fibra y alimentos antiinflamatorios como cereales integrales, grasas saludables (como los omega-3), frutas y verduras puede ayudar a reducir los niveles de PCR y otros marcadores de inflamación. Las dietas ricas en alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas no saludables pueden contribuir a la inflamación.
  • El exceso de peso también puede contribuir a la inflamación. Perder peso reduce la respuesta inflamatoria del cuerpo.
  • El estrés crónico puede provocar un aumento de los marcadores inflamatorios en el organismo. Prácticas como la atención plena, la meditación o el yoga pueden ayudar a reducir el estrés.

Conclusión

La inflamación crónica de bajo grado desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la progresión de las enfermedades metabólicas. Comprender los mecanismos que vinculan la inflamación con la disfunción metabólica puede conducir a mejores objetivos que puedan prevenir y tratar afecciones como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Combatir la inflamación mediante cambios en el estilo de vida también ofrece una vía prometedora para mejorar la salud metabólica y reducir la carga de estas enfermedades crónicas.

Sobre el autor: El Dr. Paul Reynolds obtuvo un doctorado en biología molecular y del desarrollo, y su trabajo posdoctoral se centró en la inflamación pulmonar. Actualmente, como profesor en la Universidad Brigham Young, el Dr. Reynolds estudia la inflamación y la glicación, específicamente cómo la exposición a partículas (contaminación del aire personal) influye en la salud. Con frecuencia publica informes científicos y realiza presentaciones en reuniones sobre los temas de la inflamación durante la hiperglucemia y cómo los estados cetogénicos mitigan los resultados inflamatorios.