¿Quieres medir tu progreso con Feel Great? Revisa tus niveles sanguíneos

De muchas maneras, el cuerpo humano es un vasto conjunto de misterios sin resolver. Pero a medida que avanza la ciencia, nos volvemos mejores encontrando las pistas ocultas que revelan mucho sobre nuestra salud.

Muchas de esas pistas están en nuestra sangre, esperando ser descubiertas. Los análisis de sangre pueden decirnos mucho sobre nuestra dieta, qué enfermedades podemos tener o correr el riesgo de desarrollar en el futuro, cómo funcionan nuestros órganos y por qué nos sentimos de determinada manera.

El conocimiento es poder

Puedes tener un compartimiento secreto para las galletas que no quieres compartir, pero no puedes ocultar las galletas que has comido de lo que sucede dentro de tu cuerpo. Un simple análisis de sangre puede revelar lo que estás ignorando o lo que aún no has notado, y esto es algo bueno, porque mientras más sepas sobre cómo te afecta tu dieta, mejores decisiones puedes tomar para tu salud. Este conocimiento incluso puede ayudarte a prevenir o retrasar ciertas condiciones de salud en lugar de descubrirlas cuando ya son parte de tu vida.

Los análisis de sangre de rutina pueden ayudarte a seguir tu progreso de año en año y a saber en qué enfocarte. Muchas personas que usan Feel Great utilizan los análisis de sangre para medir cómo los cambios en sus hábitos y el apoyo que han recibido del sistema están afectando sus cuerpos.

Los beneficios notables de Feel Great, desde una mejor gestión del peso hasta más energía, son una recompensa en sí mismos. Pero saber por qué suceden esos cambios, ese tipo de conocimiento puede cambiar tu vida. Saber lo que está ocurriendo dentro de ti cambia la forma en que vives tu vida, para mejor.

Conceptos básicos sobre análisis de sangre.

La mayoría de las personas se realizan análisis de sangre aproximadamente una vez al año en su chequeo médico anual, aunque aquellas con ciertas condiciones médicas pueden necesitar pruebas de sangre con más frecuencia. Si tienes curiosidad por algo, puedes contactar a tu médico en cualquier momento para programar una prueba de sangre.

Generalmente, un análisis de sangre se realiza en un laboratorio, una clínica de atención de urgencia o incluso en el consultorio de tu médico habitual, según los recursos disponibles en tu área. También existen pruebas de sangre para el hogar disponibles para ciertos tipos de análisis.

Hay muchos tipos de pruebas de sangre disponibles, pero tu médico probablemente comenzará con un análisis completo de sangre (CBC), que verifica tus glóbulos blancos y rojos, hemoglobina, hematocrito y plaquetas. También pueden solicitar un panel metabólico básico (BMP), que evalúa cosas como la glucosa, los electrolitos y el sodio.

Si hay un problema específico que te preocupa, tu médico también puede ordenar otras pruebas. Como se mencionó anteriormente, nuestra sangre puede decirnos mucho sobre lo que está sucediendo en nuestro cuerpo, y hay muchas pruebas de sangre simples que pueden ayudarnos a obtener las respuestas que necesitamos.

Algunas cosas más a tener en cuenta

Si ha pasado mucho tiempo desde que te hiciste un análisis de sangre, aquí hay algunas cosas útiles para saber de antemano:

  • Extraer sangre es un proceso simple que generalmente toma solo unos minutos.
  • Como los alimentos y bebidas pueden afectar los resultados de algunas pruebas de sangre, es posible que debas ayunar durante varias horas antes de la prueba. Tu médico te informará si es necesario hacer un ayuno.
  • Los resultados generalmente están disponibles en unos pocos días.

Ver el cambio por dentro y por fuera

Saber lo que está sucediendo dentro de tu cuerpo es emocionante, incluso si la ciencia no es lo tuyo. A muchas personas les gusta revisar sus análisis de sangre mientras están en Feel Great para ver el impacto que está teniendo en su sangre, lo cual afecta muchos factores que contribuyen a su capacidad para sentirse geniales.

Si aún no has probado Feel Great, ahora es un buen momento para empezar. Y para una experiencia más educativa, asegúrate de programar una visita para realizar un análisis de sangre antes de comenzar y nuevamente después de 90 días para ver tu progreso.